Esta empresa inicio como un pequeño emprendimiento, hace más de 60 años, por el Sr. Gerónimo Chávez y su esposa Alejandrina Sifuentes. Este negocio comenzó produciendo chancaca, con un trapiche que era movido con la fuerza de dos bueyes, y después el señor Gerónimo sufrió un accidente en el trapiche, realizando un engrase en los engranajes de madera, donde perdió 4 dedos, por ello le llamarón el “Pistolero”; después de este suceso descansó 6 meses. Cuando se recuperó de este accidente, siguió con sus actividades de producción, pero durante el tiempo que estaba recuperándose, se imaginó y planifico hacer una rueda que funcione con la fuerza del agua, porque había bastante agua y a la vez caídas apropiadas para que funcione una rueda hidráulica, como no tenía recursos económicos, se ideo hacer una rueda todo de madera, que demoro 10 años en perfeccionarlo, durante ese tiempo comenzó a producir aguardiente de caña, con un alambique artesanal, que tuvo las siguientes características: un perol de cobre, con una tapa de madera, del árbol llamado tunsho, que tiene la forma de un embudo, que servía de tapa y capitel, con un serpentín de cobre, que obtuvo de un vecino llamado Abel Zamora, dueño de bastantes terrenos, donde había trabajado cuando él era joven. El aguardiente era vendido en el valle de Púsac, pero había un problema, en ese tiempo estaba prohibido la producción de aguardiente, solo tenían permiso los que habían obtenido la licencia, antes que entre en vigencia la nueva ley, donde prohibían a los que querían emprender en este rubro. En el gobierno de Belaunde se derogó esa ley, quedando libre la producción de aguardiente. Después de esta limitación se comenzó a producir más volumen de aguardiente, y la vez se cambió la forma del alambique, entre madera y planchas de cobre y en el trapiche también se hizo cambios, madera con fierro. posteriormente murió el que diseño este ingenio y como su voluntad quedó como sucesora, su hija María Natividad Chávez Sifuentes. Después que paso el negocio a su administración, realizo varios cambios en mejora de la industria, con el apoyo de su hijo Julio Sánchez Chávez. Juntos con su hija se impulsó la diversificación de más productos, como: aguardiente de mango y maracuyá y otros licores, así mismo se aposto por la producción del Chocolate, aprovechando que se tiene la materia prima, que lo catalogan como uno de los mejores cacaos del norte peruano.